Odontología Conservadora
La odontología conservadora se ocupa de la restauración de los tejidos duros del diente, tanto temporal como permanente, que han sido destruídos por los siguientes motivos:
Caries.
Traumatismos.
Alteraciones en el desarrollo dentario: pueden ser hereditarias o no. Hacen que el esmalte o la dentina sean más frágiles.
Por lo tanto, resulta fundamental realizar previamente un correcto diagnóstico clínico y radiológico de los dientes susceptibles de ser restaurados, para poder ofrecer un plan de tratamiento detallado.
El objetivo principal del tratamiento de la caries es eliminar el tejido enfermo y sustituirlo por un material artificial de restauración.
Dejar la reconstrucción con esta oclusión estable es muy importante debido a que de otro modo las fuerzas oclusales incidirían de forma perjudicial pudiendo provocar dolor en el paciente y llegando a producirse fracturas tanto de la reconstrucción como del propio diente.
Esta recuperación se realiza mediante el empleo de material, de resina compuesta (composite) lo que ofrece una restauración estética y duradera. El tratamiento finaliza con las instrucciones individualizadas de dieta e higiene oral, con objeto de asegurar la durabilidad de la restauración y minimizar la aparición de nuevas lesiones cariosas.